06 Nov Cómo hidratar el cabello liso y evitar el encrespamiento
¿Tienes el pelo liso y te cuesta mantenerlo suave, brillante y sin frizz? Aunque tu cabello sea liso es posible que se encrespe cuando hay un poco de humedad. Si te pasa, no te preocupes: es más común de lo que parece. Aquí te contamos por qué se encrespa el cabello liso, cómo hidratarlo correctamente, y una rutina paso a paso para mantenerlo sano, sedoso y con ese acabado “recién salido de la peluquería”.
¿Por qué se encrespa el cabello liso?
Cuando pensamos en frizz, solemos imaginar el cabello rizado o muy ondulado. Sin embargo, el cabello liso también puede encresparse, sobre todo si está seco, dañado o deshidratado. Pero ¿por qué ocurre?
La respuesta está en la cutícula, que es la capa externa de cada hebra capilar. Si esa cutícula está sellada y lisa, el cabello luce brillante y suave. Si está abierta o dañada, la humedad del ambiente entra en la fibra capilar y hace que el cabello se hinche, se levante y pierda su forma. Las causas más comunes del frizz en cabello liso son:
– Falta de hidratación: el cabello seco busca humedad del aire para compensar, lo que lo vuelve más poroso y esponjoso.
– Exceso de calor: planchas, secadores o rizadores sin protección térmica debilitan la cutícula.
– Agentes externos: el viento, la humedad, el sol o la contaminación también alteran la estructura del cabello.
– Productos agresivos: los champús con sulfatos o los alcoholes pueden eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo.
– Cepillado brusco: cuando se peina en seco con fuerza, se generan microdaños y electricidad estática.
Rutina paso a paso para hidratar el cabello liso y evitar el encrespamiento
Paso 1: Antes del lavado
Desenreda suavemente tu cabello con un peine de púas anchas. Esto evita que se rompa durante el lavado. Si tu melena tiende a resecarse, puedes aplicar un poco de aceite vegetal ligero (como argán, coco o jojoba) en medios y puntas unos minutos antes de lavar. Este gesto protege la fibra y evita que el champú la deshidrate.
Paso 2: Lavado
Utiliza un champú suave e hidratante. Si puedes, elige uno sin sulfatos, ya que limpia sin eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo.
– Lava con agua templada, nunca muy caliente. El agua caliente abre la cutícula y favorece el frizz.
– Masajea el cuero cabelludo con la yema de los dedos, no con las uñas. Así estimulas la circulación y eliminas residuos sin irritar la piel.
Champú Nutritivo Keratina de Kativa
Paso 3: Acondicionador o mascarilla
Después del champú, aplica un acondicionador nutritivo o una mascarilla. Distribúyelo bien de medios a puntas y deja actuar entre 3 y 5 minutos. Si tu cabello es muy seco, puedes dejarlo un poco más. Cuando enjuagues, hazlo con agua fría. Este truco ayuda a cerrar la cutícula y deja el pelo más liso y brillante.
Acondicionador Hidratante de Nuggela & Sulé
Paso 4: Secado
Retira el exceso de agua con una toalla de microfibra o una camiseta de algodón. Evita frotar, solo presiona suavemente. Si vas a usar secador, aplícalo a temperatura media y con una boquilla concentradora, dirigiendo el aire de arriba hacia abajo. Esto mantiene la cutícula alineada y evita el frizz. Y nunca olvides el protector térmico antes del calor. Este gesto puede marcar una gran diferencia.
Paso 5: Peinado y finalización
Una vez seco, aplica un sérum o aceite capilar en las puntas para sellar la hidratación y controlar el frizz. Si tu cabello es fino, elige productos ligeros para no apelmazar. También puedes usar un spray sin aclarado o un “leave-in” hidratante durante el día para mantener la suavidad y el brillo.
Nº7 Bonding Oil de Olaplex
Ingredientes que ayudan a hidratar el cabello liso
Al elegir productos, fíjate en que contengan activos hidratantes y nutritivos. Aquí tienes algunos que funcionan especialmente bien:
- Ácido hialurónico: retiene la humedad en la fibra capilar.
- Aceite de argán: suaviza, nutre y deja un brillo espectacular.
- Aceite de coco: aporta nutrición profunda y reduce el frizz.
- Pantenol (provitamina B5): fortalece y mejora la elasticidad.
- Manteca de karité: sella la hidratación y protege del calor.


