30 Oct Qué hacer si tienes acné en la espalda u hombros
El acné no es solo un problema que puede aparecer en la cara, sobre todo si entrenas, sudas mucho o tienes la piel grasa. Este tipo de acné corporal puede resultar molesto y doloroso. La buena noticia es que sí tiene solución. Con los cuidados correctos, productos adecuados y algunos ajustes en tu rutina, puedes mejorar muchísimo. Aquí te explicamos por qué sale, cómo eliminarlo y qué hábitos te ayudarán a mantener la piel limpia.
¿Por qué salen granos en la espalda y los hombros?
El acné corporal aparece básicamente por el mismo motivo que el acné facial: los poros se obstruyen con grasa, sudor y células muertas, lo que provoca inflamación y la aparición de granos. Hay algunos factores específicos que pueden empeorar este problema:
Tu piel produce más grasa
Las hormonas masculinas (andrógenos) estimulan la producción de sebo. Eso no es malo, pero cuando hay exceso, los poros se obstruyen fácilmente, sobre todo en la espalda y los hombros, donde hay muchas glándulas sebáceas.
Sudor y ropa ajustada
Si haces ejercicio o trabajas en ambientes calurosos, el sudor mezclado con bacterias y ropa ajustada es un detonante clásico.
Las camisetas pegadas o las mochilas que rozan la piel pueden causar irritación y granitos.
Higiene inadecuada o productos equivocados
Usar champús, acondicionadores o cremas corporales con siliconas o aceites que resbalan por la espalda puede taponar los poros sin darte cuenta.
Tipos de acné en la espalda y los hombros
No todos los granos son iguales. Identificar el tipo que tienes ayuda a tratarlo mejor:
– Puntos negros: poros abiertos llenos de grasa oxidada. Su aspecto es negro o marrón.
– Puntos blancos: poros cerrados con sebo y células muertas.
– Pápulas: granos rojos, inflamados y sin pus.
– Pústulas: granos con punta blanca o amarilla (pus visible).
– Nódulos o quistes: más grandes, profundos y dolorosos.
Rutina básica para eliminar el acné en la espalda y hombros
Aquí viene lo importante. Si sigues esta rutina constante, notarás una mejora real en pocas semanas.
Paso 1: Ducha inmediata después del ejercicio
Después del gimnasio, de correr o incluso de un día caluroso, no esperes para ducharte. El sudor y las bacterias pueden tapar los poros si los dejas secar sobre la piel. Usa agua tibia (no caliente) y un gel limpiador con ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Estos ingredientes limpian en profundidad y reducen la inflamación.
Tip: lava primero el cabello, luego el cuerpo. Así evitas que el champú o acondicionador se queden en tu espalda.
Paso 2: Exfoliación corporal (2-3 veces por semana)
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas que tapan los poros. Usa un exfoliante corporal químico o físico suave. Evita los de grano grueso que puedan irritar. Evita frotar demasiado fuerte: la idea es limpiar, no irritar. Y si usas esponja o cepillo, límpialo con frecuencia para evitar bacterias.
Paso 3: Hidratación ligera
Mucha gente cree que hidratar la piel empeora el acné, pero es al revés. Si no hidratas, la piel produce más grasa para compensar.
Usa una loción corporal ligera, sin aceites (“oil-free”) y no comedogénica. Las que contienen niacinamida o ácido hialurónico son ideales.
Paso 4: Tratamientos específicos
Si el acné persiste, puedes usar productos más potentes:
Retinoides: ayudan a renovar la piel y prevenir nuevos brotes.
Niacinamida: calma la inflamación y mejora la textura.
Aplícalos solo por la noche y directamente sobre la zona afectada.